El Cementerio de las Palabras

Hoy de nuevo cerraremos los ojos esperando con devoción una nueva noche ártica y del negro más puro -no como el de la oscuridad sino como el del ébano-. Así nuestros pulmones se anegan en un sueño, que envenena y que sana. Sueños de noches árticas, que envenenan y que sanan. (Cierra los ojos. Escucha en la oscuridad como resuenan las cajas de música. Inténtalas parar.) Nacho Vegas

domingo, mayo 21, 2006

El Último Viaje de Das Boot


El aire se llena de una densa sensación de tristeza mientras observo el infinito mar que se pierde en el horizonte aquí, sentado en el andén de una estación de tren. Enfrente, una juventud perdida en vicios monta alboroto ajena a mi pequeño drama personal.
La nave arrancó a la primera, tal y como últimamente me obsequiaba. Tras unos viajes a mi ritmo de pedal, el poderoso corazón de la máquina que se mantenía en pseudo letargo por fin comenzaba a despertar ante mis exigencias. Nada más dirigirla por vez primera pude advertir en seguida que tenía un gran potencial, ese empuje que tanto me gusta de los motores a gasolina, de la vieja escuela.
Un par de días antes la había vaciado de todos los enseres personales y dejaba el resto a punto para la minuciosa inspección del posible nuevo propietario, a la vez que se me escapaba algún suspiro melancólico.
El día amaneció triste, gris y húmedo, como si presagiara un momento aciago. Ya por la tarde, el sol lució fuertemente intentando calentar mi corazón, dándome ánimos para la última travesía con Das Boot. El último viaje a buen ritmo, llevando el motor en la zona que más a gusto se encuentra. Adelantando con asombro de terceros, a máquinas más poderosas pero no por ello más llenas de orgullo que la mía. Hasta que llegamos al puerto de transición. Un definitivo repaso, detalles con el patrón del puerto y un adiós.
Ahora que me voy alejando de ella, el ambiente no ha podido aguantar más y la luz de mí alrededor va decreciendo a medida que se tapa el cielo con unas oscuras nubes que descienden de las montañas. Todo va quedando negro, como mis ilusiones de futuras aventuras con ella y una pena embarga mi alma.
No sé cuanto tiempo permanecerá varada a la espera de un nuevo capitán. Espero que poco, es una lástima que grandes naves como esta se pierdan maravillosos viajes en el horizonte.
Ahora, yo me quedo en tierra y pateo una piedra con el ánimo decaído por las circunstancias.

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jueves, mayo 18, 2006

El Destino. Reflexiones (II)

Pensar sobre el significado de El Destino se me hace, ya sabes, curioso. El eterno dilema de si nuestro camino está ya escrito en El Gran Libro De Nuestra Vida, archivado en algún estante de la Biblioteca Eterna, situada entre aquí y allí; o si al contrario, nosotros somos los únicos responsables de los avatares que nos acontece el transcurrir del día a día.
Una vez vi una película, hace muchos años, en la que aparecía un libro enorme y que era la representación de la vida. El protagonista lo abrió por la última página y a medida que iba leyendo se daba cuenta que la hoja se rellenaba con una caligrafía fluida que explicaba los momentos previos al ultimo segundo que estaba viviendo en ese instante e incluso ponía que él lo estaba leyendo. Me quedé impresionado. Creo que la película era La Historia Interminable.
Desde entonces, me imagino mi vida plasmada en un enorme y viejo libro –tan viejo como yo- que sería el libro de mi existencia. Pero cuando intento considerar las posibilidades de que las páginas ya estén escritas o que se vayan escribiendo a medida que existo, me entra una terrible duda, tras lo cual pienso que mañana mejor desarrollaré esa incertidumbre.
¿Uno elige el camino a seguir o camina por las marcas ya existentes? Quizás lo máximo que he llegado a aseverar es que la vida está llena de caminos a recorrer, ya prefijados, con sus límites, y que cada instante uno puede elegir entre uno de esos caminos. En el fondo es como si tu Destino ya estuviera escrito de antemano, pero en última instancia tú eres el único que puede elegir si seguir por el camino que llevas o cambiar por completo –saliendo hasta de los límites del camino y adentrándote en el espeso bosque del cambio radical-. En la vida te irán saliendo dificultades y alegrías y tu Destino te pondrá a prueba para ver como sales airoso del trance y observar como lo llevas.
El como sea cada uno será la clave fundamental. Habrá momentos para todo: para luchar, para llorar, para no hacer nada, para disfrutar, para girar 180º, para gritar, para reír, para soñar, para hundirte en la miseria y para resurgir de los abismos. Pero en definitiva, creo que cada uno es responsable, en la justa medida que el Destino lo presente, de decidir cual debe ser su siguiente paso, y cuando mires atrás, en las páginas de tu libro, intenta no arrepentirte de lo que hiciste porque la situación en la que te encuentres ahora -o la que venga mañana- puede ser que se originara en ese momento, para bien o para mal.

Ahora debo descansar
Este suelo es mi lecho
Y mi techo es el cielo gris
Que aún pretende oscurecer
Y no me quieras despertar
Si me ves dormido
Sabe el alba que si quiere yo
La espero en el camino

Y todos mis pecados
Viajarán conmigo
Hasta el más puro final
Del camino.


El Camino. Nacho Vegas.

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viernes, mayo 05, 2006

El Viaje


Como en todos los sueños, el lugar donde me hallo no es exactamente como en la realidad, pero sé donde estoy…. R. nos ha reunido brevemente para comentarnos que ha salido un nuevo cliente, muy importante –como todos, ya que no vamos sobrados precisamente- y que hay que acelerar la fabricación del prototipo para ya mismo. Muy bien, todos contentos –o con cierta indiferencia a estas alturas-.
R. me invita a pasar a su despacho –que es totalmente diferente, de hecho, no tiene ni puertas- y me comenta que he sido el “elegido” para llevar a cabo esta misión.
- ¿Qué? Pero si yo no hablo nada bien inglés…
Da igual, mi experiencia en Boston me avala y deposita plena confianza en mi buen hacer.
- Vale, ¿dónde hay que ir? ¿A Qatar, tú estás loco?
Encuentro vagamente la posibilidad de encontrar este país en un mapa gracias a los recuerdos de un juego de mesa, Petropolis, como el Monopoli pero comprando países y torres petrolíferas por todo el mundo a golpe de petropolis, la moneda universal. Pasé junto a S. todo un verano jugando en su casa porque lo habían operado de fimosis. El pobrecito era muy sensible a los atuendos que portaban las mozas para sofocarse el calor y se le saltaban los puntos a la mínima; no podía ni ver los anuncios de desodorantes…
- Estaré un par de días, ¿no? ¿Cómo que 15 días? ¿Qué coño voy a hacer 15 días en el puñetero desierto?
Total, que el cliente tiene que ver con unos pozos petrolíferos y la extracción del crudo y quiere cambiar de proveedor y nos ha elegido a nosotros para que le instalemos un prototipo. Claro, estamos hablando de un buen pedido si todo se confirma y en definitiva de un montón de dinero.
Acepto con mis reservas y pensando como se lo va ha tomar M. -Salto quántico-. Ya estoy en Qatar, en el aeropuerto, y me recibe una señorita de muy buen ver que resulta que va a ser mi intérprete y mi acompañante durante todos estos días. De arena no veo más que la que me he tragado con la ensalada en el avión, la ciudad es grandiosa, con rascacielos por todas partes y en el recorrido puedo distinguir una playa infinita a lo lejos, con su mar azul…. ¡Apelotante! Creo que voy a pasar 15 días a tope…
-Despertador-.

Como es lógico, lo primero que hice cuando llegué al trabajo fue mirar un mapamundi para ver donde carajo estaba Qatar…. justo enfrente de Irán ¡pues sí!

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