El Cementerio de las Palabras

Hoy de nuevo cerraremos los ojos esperando con devoción una nueva noche ártica y del negro más puro -no como el de la oscuridad sino como el del ébano-. Así nuestros pulmones se anegan en un sueño, que envenena y que sana. Sueños de noches árticas, que envenenan y que sanan. (Cierra los ojos. Escucha en la oscuridad como resuenan las cajas de música. Inténtalas parar.) Nacho Vegas

martes, enero 29, 2008

Gente Joven ’08: Sin Pena Ni Gloria.



Así de resumida quedaría la representación del grupo Tongo Brothers, del cual yo era partícipe en su mitad, en la actuación del festival Gente Joven 2008.
Después de ensayar a grito pelado en mi casa para intentar memorizarnos una letra que era imposible de mentalizar en su totalidad, y no porque fuese difícil, sino por nuestra incapacidad cerebral, dañada posiblemente por largas jornadas de excesos en un pasado no del todo lejano. Después de que el Lupas creara una armonía musical fusilada a base de samplers de Futurama y Fat Boy Slim, y de la cual estábamos plenamente orgullosos. Después de que sacáramos rimas y sonetos de hasta de debajo de las piedras, lo arregláramos y ordenáramos para crear una coherencia en la letra de la canción, y que logramos que tuviera gracia y todo. Después de dejarnos el master en casa y conseguir que nos lo trajera Moni a última hora. Después de no beber prácticamente nada de alcohol para mantenernos serenos (y no olvidar lo poco que nos acordábamos de la letra) y aclararnos la garganta con ese repugnante brebaje denominado agua, ya que estábamos perdiendo voz por momentos. Después de pasar nervios, risas y casi estar a punto de llorar. Después de todo esto y lo que es más notable en mí, superar mi atormentado miedo escénico que me ha perseguido desde mi más tierna infancia, sí, después de todo, el puñetero CD saltó a mitad de canción y dio al traste con nuestras miserables esperanzas de al menos, concluir correctamente la actuación y que menos que puntuar decentemente.
Todo iba muy bien hasta que perdimos el hilo de la música y ya no supimos como arreglar el desaguisado. Simplemente aguantamos el tipo como pudimos. Tras todas las actuaciones esperamos con cierta esperanza el resultado de un reparto de puntos, en el que casi ni nos incluyen los muy cretinos. Al ir nombrando la lista de clasificación, parece ser que la tonta del culo de Lorena C (que va de superestrella por la vida y todavía no sé porqué), además de prácticamente olvidarnos entre las bandas, confundió nuestro nombre: las drogas hacen mucho daño en el cerebro, nena. Total, que por lo visto quedamos empatados con otro grupo que desconozco en la posición 15. Lo malo es que creo que participaban 17 bandas y a una la descalificaron en su actuación. ¡Éxito rotundo!
La razón: la misteriosa y fatídica digestión del reproductor de CD´s del coche de Frenando, que se zampó sin ningún problema ni remordimiento el famoso master que tantos problemas nos había dado horas antes y que no quiso expulsar para nosotros poco antes del comienzo del festival. Así que tuvimos que entregar otra grabación que teníamos de dudosa fiabilidad mientras nos preguntábamos temblorosos si aguantaría hasta el final, cosa que no resultó como he desvelado antes.
Así y todo, lo teníamos muy negro para ganar este certamen 2008, y no por la calidad del resto de competidores, no. Porque dentro del inframundo musical que pueda existir, seguramente se darían de hostias por llevarse el premio a lo peor. Aunque esa era solamente una pequeña parte de la razón, ya que la conclusión a la que llegamos es que si algún oscuro motivo nos impulsara a presentarnos el año que viene, tendríamos que trabajar muy bien un vestuario hortera, afeminado, estrambótico, provocador, petardo, cutre y todo eso que está tan lejos del mundo de la música y desarrollar una letra lo más estúpida, indecente y amariconada posible, ya que esa es la máxima de este festival Gente Joven.
Y nos equivocamos de pleno, ingenuos de nosotros que pensábamos que éramos cutres. El Hip-Hop no tiene cabida aquí, ni las rimas con cierta gracia ni intentar crear una buena melodía. Para la próxima hemos aprendido la lección.
Y por cierto, haremos una copia del dichoso master, por si acaso.


Gracias a todos mis amigos que no se quisieron perder el batacazo de este personajillo que intentó comunicar algo a través del micrófono… sí, sí, el micro está que arde…

Etiquetas: